Es imprescindible que para comunicarnos con un niño con TDAH no perdamos de vista las características del mismo, puesto que si no las tenemos presentes, la comunicación puede que no sea de calidad y el mensaje a transmitir se pierda. Siempre deberemos comunicarnos asertivamente, puesto que cuando lo hacemos, con nuestro modelo, enseñamos así a nuestros hijos también a ser asertivos.